Para ser un corredor eficiente, sólo correr no es suficiente. El entrenamiento de la fuerza es una parte muy importante del entrenamiento de un corredor, ya que ayuda a correr más rápido y de forma más efectiva, a la vez que hace que el cuerpo sea más resistente a las lesiones.
Entrenar el core hará que aguantemos mejor la fatiga y, además, fortaleceremos las articulaciones, lo que nos permitirá seguir un poco más cuando nos empiecen a fallar las fuerzas. El trabajo de core ayuda a mantener un ritmo de carrera eficaz e incluso más rápido, por este motivo es el compañero ideal del entrenamiento de resistencia.
A continuación tenemos un circuito de ejercicios para fortalecer que podemos realizar en los días de carrera suave. De cada ejercicio, haremos 2 series de 12 repeticiones o 20 segundos, con un descanso entre series de 45 segundos.
Zancadas: De pie y con las piernas separadas a la altura de la cadera, llevamos una pierna hacia adelante y doblamos, siempre evitando que la rodilla sobrepase la punta del pie.
Sentadillas: De pie y con las piernas separadas un poco más que la altura de la cadera, bajamos con la espalda recta y sin que las rodillas sobrepasen las puntas de los pies.
Skipping con rodillas arriba: Salta levantando las rodillas hacia el pecho.
Plancha: Boca abajo, aguántate en los antebrazos y los pies, manteniendo la espalda recta. Para hacerlo más difícil, puedes elevar una pierna y el brazo contrario, de modo que sólo te aguantes en un brazo y una pierna.
Puente: Túmbate boca arriba, dobla las piernas y levanta las caderas formando una línea recta entre las rodillas y los hombros. Para añadir dificultad, estira una pierna de modo que sólo tengas una de apoyo.
Abdominales de escalador: Boca abajo en posición de plancha, lleva una rodilla al pecho y luego la otra.
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