Realizar ejercicio intenso cada día no es la mejor opción para mejorar nuestra forma física, ya que podríamos forzar demasiado el cuerpo y acabar con síntomas de sobreentrenamiento. Una buena alternativa para complementar el entrenamiento es el descanso activo.
El descanso activo consiste en realizar ejercicio ligero, estiramientos o cualquier tipo de actividad física en la que mantengamos un ritmo suave: lo que podríamos llamar un calentamiento largo.
Este tipo de entreno permite que el cuerpo se recupere con más rapidez de las sesiones intensas gracias a que cualquier actividad física, aunque sea suave, favorece la circulación y, con ello, la recuperación. Además, también ayuda a reducir las agujetas, así que ¿qué más queremos?.
Las actividades más recomendables para realizar el descanso activo son caminar, nadar, ir en bici o practicar yoga, por ejemplo, aunque cualquier actividad realizada de forma suave, lenta y con el menor impacto posible sería apta para este tipo de entrenamiento.
Crédito imágenes:
Que buena forma tienes de definir el yoga!!!
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¡Gracias! 🙂
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